dissabte, 17 de març del 2012

Los sueños, la Teoría del Desdoblamiento, las tormentas solares, el apocalipsis del final de los tiempos, la información y la vida.


Como decía Richard Feynman,:
“Está bien tener la mente abierta, pero no tanto como para que se te caiga el cerebro”.


Parte 3: Las Tormentas Solares

“Bajo ciertas condiciones electromagnéticas, el cerebro es capaz de producir estados modificados de conciencia e "iluminación" análogos a los conseguidos por los místicos o por las consideradas sustancias ilegales“.

En astronomía no se entiende el por qué del ciclo de la precesión de los equinoccios, que es de unos 25.000 años. No se ve el rol de este ciclo, puesto que todo el mundo ignora el desdoblamiento del tiempo; nadie sabe que los tiempos se separan y se vuelven a juntar. 

Durante la primera mitad del ciclo, 12.500 años, la nube de Oort, que está más allá del Sistema Solar, absorbe asteroides del Sistema Solar, mientras que durante los siguientes 12.500 años del ciclo la nube de Oort los reenvía. Los astrónomos actuales que solo conocen este segundo período, nunca han pensado que pueda tratarse de una especie de respiración, dicen que la nube de Oort es un cañón que dispara cometas. 

“Los antiguos decían que esa gran nube era una ballena, y que el pequeño Sistema Solar era un pescadito, y que durante 3 días y 3 noches de 2.000 años la ballena se tragaba al pescadito, y que durante 3 días y 3 noches más, o sea 12.500 años, la ballena escupía en la orilla al pescadito. Le preguntaron a Jesús: “Tú que nos hablas del final de los tiempos, ¿nos puedes decir cuándo va a ocurrir?” Él respondió: “De este final tendréis un solo signo”; es el signo de Jonás. O sea que mirad hacia al cielo. La ballena escupe sobre la orilla al pececito, y el pececito que se encuentra escupido en la orilla va a intentar agarrarse a la nube de Oort, reenviando masa, lo cual motiva las explosiones solares.

La TdDT calcula como fechas teóricas de explosiones solares posteriores al evento Carrington de 1859 las siguientes:
Fechas teóricas:                  1899 – 1929 – 1989 – 2019 – 2049 – 2079
Fechas observadas:           1899 – 1929 – 1989 – 2003
Habiéndose anticipado la prevista para el 2019 al 2003, la próxima fecha probable seria para el 2012.

Entre octubre y noviembre de 2003, las tormentas magnéticas afectaron a 47 satélites, con daños que incluyeron la pérdida total de satélites científicos, y un  valor de unos 640 millones de dólares debido a las distintas replicas de la explosión solar iniciada  en agosto del mismo año.

Como es sabido, los astrofísicos prevén gran actividad de explosiones y tormentas solares a partir del 2012, con el Máximo Solar 24 a principios o medianos del 2013, aunque bien podría postergarse hasta el 2015. Estamos pues en la época de las explosiones del Sol.

Según un estudio publicado por la Universidad de Rice por Pete Riley, hay un 12% de posibilidad de que el planeta Tierra sea afectado por una mega tormenta solar antes del 2020. El riesgo, que sería de una posibilidad sobre ocho, es mucho más alto de lo que se pensaba previamente. Los dos últimos destellos solares del 4 de Marzo y del 6 de Marzo, ambos de clase X, comprueban que el 2012 será un año de muy elevada actividad solar, y que la mega tormenta solar podría ocurrir mucho antes del 2020.

Pete Riley, quien ha sido consultor científico de la NASA, se refiere a una mega tormenta solar como la que provocó el famoso evento Carrington en 1859,  el episodio más devastador de este tipo en nuestra historia. En ese entonces, la tormenta geomagnética provocada como consecuencia del impacto de las partículas solares del mega destello solar contra la atmósfera terrestre, hizo que las redes telegráficas de Europa y América del Norte dejaran de funcionar por varios días.

Hoy en día, en nuestra civilización totalmente dependiente de la energía eléctrica, una mega tormenta solar como la de 1859 tendría consecuencias catastróficas. Las redes eléctricas del planeta podrían ser dañadas irreparablemente afectando todas las actividades humanas que dependen de la energía eléctrica. Tomando en cuenta que la fabricación de nuevos transformadores de energía puede tardar hasta doce meses, el sistema financiero, el sistema de transporte, y el de comunicaciones se paralizarían. Además, se reduciría la producción de agua potable y se perderían gigantescas cantidades de alimentos y medicinas por falta de refrigeración. Por último, los GPS y las comunicaciones de radio dejarían de funcionar.

Pero las tormentas solares, tienen un lado positivo, y de alguna manera, esperanzador. 

En una línea paralela a J.-P. Garnier Malet, el científico alemán Dieter Broers sostiene que las alteraciones en el campo magnético de la Tierra, provocadas por las tormentas solares, alterarán nuestra percepción del tiempo y de la realidad y, dependiendo de nuestra preparación, producirán en nosotros experiencias de tipo místico, cambios de conciencia, alucinaciones y quizás, poderes mentales.

El científico austriaco Dieter Ernst Broers nació en 1951, físico de formación, estudia desde 1981 la influencia de los campos electromagnéticos sobre los sistemas biológicos, encontrando algunos novedosos sistemas terapéuticos que le han sido criticados por parte de la comunidad científica vigente. Tras más de 30 años investigando los efectos de los campos electromagnéticos en los seres humanos, es uno de los pocos que ha tocado el tema del 2012 con una visión realista, científica, y con una buena dosis de esperanza.

En su libro “Revolución 2012” Dieter Broers nos advierte sobre las tormentas solares: “Los eventos que el Cosmos guarda para nosotros en el 2012 podrían compararse a recibir un vaso de jugo donde alguien ha echado un poco de LSD o acido lisérgico sin que lo sepamos.”
Algunos experimentos realizados por Broers lo llevaron a descubrir que el estado de conciencia de una persona puede ser alterado exponiendo el cerebro a campos electromagnéticos de cierta intensidad. De acuerdo con sus investigaciones, un campo magnético normal nos permite mantener un estado de conciencia normal y una percepción del tiempo normal. Por otro lado, un campo magnético severamente anormal o la ausencia del mismo, provoca estados mentales alterados y una distorsión en nuestra percepción del tiempo.
No todos sentiremos lo mismo, o reaccionaremos de la misma manera. Algunas personas experimentarán paz y euforia mientras que otros pasarán por momentos de agresividad y depresión. El factor determinante para tener una experiencia negativa o positiva será el miedo. Mientras que una persona podría escapar aterrorizada ante una presencia extraña, otra podría darse cuenta que esa presencia es parte de su conciencia, y otra podría entablar un dialogo con la misteriosa presencia sobre los orígenes de la vida.

El científico alemán cree que una serie de tormentas solares de alta magnitud dará lugar a alteraciones en el campo magnético de la Tierra que no sólo provocará experiencias místicas o alucinaciones y cambios en la apreciación del daño que le hacemos al planeta, sino que probablemente también podría poner en funcionamiento partes del cerebro que nunca hemos utilizado produciendo un cambio de conciencia que nos ayudará a utilizar el verdadero potencial del cerebro humano.

En 1983, Michael Persinger, un neuropsicólogo de la Universidad Laurentian de Canadá, se encontraba realizando una investigación para comprender la parte del cerebro que provoca ese estado máximo de creatividad previo a un descubrimiento científico o composición artística. En ese momento de “iluminación creativa” los lóbulos temporales de nuestros cerebros se comportan como si estuviéramos sufriendo un ataque de epilepsia. Estos lóbulos provocan una tormenta eléctrica cerebral, pero sin producirnos convulsiones. Persinger pensó que excitando esas partes del cerebro humano con campos magnéticos, especialmente programados para imitar un ataque epiléptico, podría recrear los estados de creatividad y analizarlos.
El resultado de su experimento no fue lo que esperaba, la mayoría de los sujetos no declararon haber tenido una experiencia creativa o inspiradora, sino más bien mística o religiosa.

Para llevar a cabo los experimentos, Michael Persinger modificó un casco de motociclista amarillo colocando en su interior pequeños dispositivos que emiten campos electromagnéticos de muy baja intensidad que sería posteriormente conocido como “El Casco de Dios”.

Después de haber excitado las neuronas de casi mil personas, Persinger concluyó que una gran parte de los sujetos que se pusieron el “Casco de Dios” calificaron la extraña presencia con el nombre que su cultura les inspiró: Jesús, la Virgen María, Mahoma o el Espíritu Santo. Algunos voluntarios simplemente identificaron la presencia con algún antepasado familiar. Mientras que muchos voluntarios agnósticos, aficionados del fenómeno ovni, se refirieron a su experiencia con el casco como si fuera una típica abducción extraterrestre.

Los campos magnéticos producidos por el casco del Dr. Persinger no son más que estímulos, la experiencia la producimos nosotros mismos. De acuerdo con las investigaciones de Michael Persinger, los seres humanos estamos predispuestos para producir experiencias de este tipo. Algunas personas son capaces de crear, por sí mismas, estos débiles y complejos campos electromagnéticos y otras son extremadamente sensibles a los campos electromagnéticos que nos rodean.

Hasta donde sabemos,  las tormentas solares producen campos magnéticos de alta intensidad y el “Casco de Dios” produce campos magnéticos de baja intensidad. Por otro lado, los patrones de emisión de campos magnéticos del casco del Dr. Persinger son muy diferentes de los patrones provocados por las tormentas solares. Algunos investigadores argumentan que, por consiguiente, las tormentas solares no tendrán las mismas consecuencias en nosotros que el casco del Dr. Persinger. Lo cierto es que es muy difícil afirmar con exactitud los efectos que una tormenta solar de alta intensidad podría tener en el campo magnético de la Tierra, y menos aún los efectos que estos campos magnéticos tendrán en nosotros. El estudio de la influencia de los campos magnéticos en el comportamiento de los seres humanos es un campo relativamente nuevo de la ciencia. No existen demasiados estudios, y muchos de los que existen podrían haber sido ocultados por organismos gubernamentales pues esta tecnología es perfecta para ser usada como un tipo de arma experimental.
También antes de que ocurra un movimiento sísmico, la tensión en las placas tectónicas de la Tierra produce descargas electromagnéticas. Estas descargas son capaces de crear formas reales que son visibles en el cielo y pueden influenciar nuestros cerebros para crear otro tipo de imágenes, al estilo del “Casco de Dios”.

Cabe destacar que la mayoría de aparatos eléctricos que nos rodean generan campos electromagnéticos, y que existen muchos estudios sobre sus efectos negativos en nuestra salud.

El efecto que produce el casco del Dr. Persinger está relacionado con los lóbulos temporales de nuestro cerebro.
Los estudios de actividad neuronal han mostrado que el sentido de individualidad (el que mantiene y define los límites entre nosotros y el mundo que nos rodea) es creado en el lóbulo temporal izquierdo del cerebro.
Cuando el casco del Dr. Persinger estimula magnéticamente ambos lóbulos temporales de nuestro cerebro, los niveles de actividad en el lóbulo derecho se elevan por encima de lo normal. Esta inusual elevación en los niveles de actividad del lóbulo derecho es detectada por nuestro cerebro. El cerebro, acostumbrado a detectar únicamente la individualidad que define el lóbulo izquierdo, interpreta el elevado nivel de actividad del lóbulo derecho como “otra entidad individual”.
Es decir, nuestro cerebro le dice a nuestros sentidos que hay alguien más con nosotros, que no estamos solos, aunque físicamente no existe nadie más en la misma habitación o espacio. Así es como funciona el “Casco de Dios”.

De acuerdo con las conclusiones del Dr. Persinger, la sensación de un “extraña presencia” es sólo un ejemplo de toda una categoría de experiencias llamada “experiencias del visitante”. Si la experiencia profundiza en intensidad más estructuras del cerebro ayudarán a completar la sensación de la “extraña presencia”. La experiencia puede incluir sabores, olores, sensaciones corporales, y sensaciones de caída y levitación. El componente visual será la parte final de la cadena, y aparecerá cuando la experiencia haya adquirido un alto nivel de intensidad. A este nivel, la presencia se puede convertir en un ángel, un fantasma, el espíritu de un amigo, un gurú, e inclusive Dios.

Estas sensaciones de presencia de “otras entidades”, en realidad, y según la ciencia, procedentes del interior de nuestro cerebro, encuentran paralelismos con las teorías sobre las experiencias en abducciones del Dr. Corrado Malanga, y con las tradiciones de los Habasis de Etiopia, pues ambas afirman que efectivamente los humanos podemos actuar como contenedor de más de una entidad dando lugar, a veces, a graves problemas acerca de nuestra verdadera identidad. 

Existe también una teoría que sostiene que el ayuno prolongado en las personas con baja sensibilidad en los lóbulos temporales puede ayudar a tener experiencias místicas, podría explicar científicamente por qué los yoguis de la India, y en general todos los místicos, ayunan de manera prolongada y radical para meditar.

Probablemente, las investigaciones realizadas con el “Casco de Dios” podrían proponer respuestas a muchos otros temas. Para esto, es necesario que los trabajos del Dr. Persinger sean tomados con seriedad y respeto por la comunidad científica. Algo que, según Persinger, está muy lejos de suceder.

Las investigaciones del Instituto Internacional de Investigación Científica y Antropo-Ecología Cósmica en Novosibirsk, Rusia, que realizan el médico ruso Alexander V. Trofimov en colaboración con Vlail P. Kaznacheev, siguiendo los pasos de el gran físico del siglo 20: Nikolai Kozyrev, rompen con los esquemas sobre la consciencia humana.

Esencialmente los aparatos de Kosyrev reprodujeron un experimento que probó la existencia de un "campo de torsión" que va mas allá del electromagnetismo y la gravedad, que viaja mucho más rápido que la velocidad de la luz. Él lo llamó el "flujo del tiempo". Otros, entre ellos Einstein lo llamaron "eter". Otros lo llaman "energía de punto cero".

Dentro de este "flujo del tiempo", el pasado, presente y futuro existen a la vez y en todas partes. El descubrimiento establece la base para que todos los fenómenos psíquicos se puedan explicar.

Trofimov y Kaznacheev han pasado los últimos treinta años desarrollando experimentalmente las explicaciones y han realizado descubrimientos sorprendentes. 
Ellos inventaron un aparato que crea un escudo sobre el sujeto experimental protegiéndole  del campo electromagnético al que denominan cosmobiotrón. Es un aparato clínico del que solo existen dos en el mundo. Dentro de este aparato, el campo electromagnético se reduce a casi nada, lo que permite que quien está en su interior pueda ir a mentalmente a cualquier lugar en el espacio sin moverse. Simplemente ser libre, fuera del campo magnético de la Tierra. Dentro de este aparato, los sujetos pueden tener un acceso confiable a todos los lugares, así como al pasado, presente y futuro, instantáneamente. La construcción y especificaciones de este aparato están publicadas en la literatura científica rusa.
 Básicamente es un tubo, en el que entra el sujeto experimental, constituido por varias capas de un acero especial llamado permalloy,  sensible al magnetismo. Dentro del tubo, el campo magnético es reducido 600 veces. 

Actualmente, el campo magnético de la Tierra tiene 49.000 nanoTeslas. Y ha estado decreciendo a entre 50-70 nanoTeslas por año. Para el final del milenio, tendremos sólo de 100-200 nanoTeslas. Así que este aparato nos permite simular la situación que tendremos dentro de 1000 años en el futuro.

Trofimov informa respecto a mediciones efectuadas dentro del aparato: "Mientras investigamos la actividad del cerebro, ya sea con encefalogramas o evaluando las funciones cerebrales como el nivel intelectual, memoria y otras funciones, nos dimos cuenta que corrientemente usamos un 5% de la capacidad del nuestros cerebros durante toda la vida. Y entonces, después de pasar un tiempo dentro del aparato, en un espacio sin magnetismo, repetimos los mismos exámenes y vemos una imagen drásticamente diferente. Vemos que las reservas adicionales y habilidades de nuestras mentes se activan. Incrementamos la capacidad de memoria, el IQ y zonas cambiantes de actividad eléctrica del cerebro. Cuando el campo magnético decrece, vemos como se incrementa la habilidad de usar reservas y capacidades del cerebro humano".

Y añade: "Cuando una persona está dentro, sus funciones cerebrales están en una correlación directa de dependencia no solo de las energías solares sino también de los rayos galácticos. Así que nosotros abrimos también una petición de información a la galaxia. Nosotros creemos que este es el mecanismo por el cual la consciencia cósmica humana está siendo abierta actualmente, con la disminución del campo magnético. Este cambio está abriendo a la gente a las propiedades cosmofílicas, propiedades que adolecemos ahora en este mundo cosmofóbico". 

Las conclusiones de Trofimov y Kaznacheev son:
 1) El campo electromagnético de nuestro planeta es de hecho el "velo" que filtra  el tiempo y nos ubica en nuestra realidad Newtoniana diaria, permitiéndonos tener la experiencia humana del tiempo lineal.
 2) En ausencia del campo electromagnético, tenemos acceso a un campo energético de "localidad instantánea" que subyace en nuestra realidad.
 3) Que el efecto limitante del campo electromagnético sobre el individuo esta moderado por la cantidad de la actividad electromagnética solar que ocurrió mientras esa persona estaba en el útero y
 4) que una vez que la persona alcance ese estado su consciencia  permanecerá aumentada.

La implicación es que la sopa electromagnética global de teléfonos celulares, radio, televisión y aparatos eléctricos, actualmente impiden nuestras habilidades innatas de comunicación y que las tormentas solares nos deparan sorprendentes percepciones de expansión de nuestra consciencia.
La implicación  mas allá, es que ahora se puede producir mecánicamente conciencia  humana expandida, sin necesidad de enteógenos. Esto hace surgir la gran pregunta ética sobre cuál  del uso de estos aparatos, -los que generan polución electromagnética o el cosmobiotrón-, pueden beneficiar mayormente.

En todo caso, puede que con “la apertura informativa” de las tormentas solares, la mayoría de nosotros empezaremos a saber antes que a pensar, y puede que sea casi imposible hacerlo a la inversa, que es lo que todos hemos estado acostumbrados a hacer por miles de años.

Fuentes:

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